Por qué los mercados privados están ganando impulso en las carteras de los inversores mayoristas
Los activos privados, durante mucho tiempo reservados a los inversores institucionales y a los particulares con grandes patrimonios, están cada vez más en boca de los inversores mayoristas. No sólo encierran la promesa de diversificación en un mundo cada vez más complicado para una simple asignación 60/40, sino que los recientes resultados y la creciente facilidad de acceso como consecuencia de cambios normativos como ELTIF 2 los hacen cada vez más atractivos. Pero, aunque añadir activos privados a una cartera es cada vez más fácil, los asignadores mayoristas deben tener en cuenta consideraciones adicionales, como los horizontes de inversión y las necesidades de liquidez, si quieren mitigar los riesgos y aprovechar con éxito el crecimiento de los AUM que se espera.
Tras haber crecido de forma constante en los últimos 20 años, pasando de menos de 1 billón de dólares a principios de siglo a más de 13 billones el año pasado, ahora se espera que los mercados privados se dupliquen en los próximos cinco años.1 Este crecimiento se prevé a pesar de los vientos en contra actuales, incluidos los tipos de interés más altos que han elevado el coste del capital y restringido el crédito, así como la ralentización de la actividad de salida de capital privado2. Por ejemplo, el número de ventas de empresas en 2023 cayó un 15% en Francia y un 37% en todo el mundo -el peor nivel desde la crisis financiera mundial- debido a la limitada actividad de OPV y fusiones y adquisiciones.3
Este crecimiento se verá impulsado por la inversión mayorista por dos razones. En primer lugar, existe un importante desequilibrio en la asignación de los activos privados. En Europa, los reguladores han intentado corregir este desequilibrio revisando el régimen de los ELTIF. Se espera que la introducción este año del ELTIF 2 -y la generalización de los fondos evergreen- sirva de pistoletazo de salida para el sector. A finales de 2023, había 95 ELTIF registrados para la venta en toda Europa, que gestionaban activos totales por valor de 13.600 millones de euros. Para 2026, se espera que el patrimonio gestionado en fondos de activos privados en la región EMEA se triplique y alcance los 35.000 millones de euros4.
Pero no es sólo la regulación lo que está impulsando esta tendencia, también hay razones de peso para aumentar la exposición a los activos privados. En primer lugar, las estrategias de activos privados parecen encajar perfectamente en los productos de pensiones, dado su amplio horizonte de inversión y su falta de necesidad de liquidez. Además, como se desprende de los datos históricos, la típica cartera mayorista europea moderada está bastante bien repartida entre renta variable y renta fija.